EDITORIAL - La política, el nuevo ultra del fútbol
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- Dec 18, 2019
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de Miguel Delgado Cerero
Desde hace algunos años, la política colapsa diariamente cualquier detalle de nuestras vidas. Da igual donde trabajes, donde vivas, quien seas y a donde vallas; porque la política estará junto a ti. Que la política sea noticia por su incapacidad, por su bajo nivel y por su escaso diálogo genera que la sociedad, además de mostrarse generalmente muy contrariada y asqueada. Y además genera un contexto que en muchas ocasiones se traslada del Congreso de los Diputados a cualquier campo de fútbol a lo largo y ancho de la piel de toro.
Si bien históricamente se ha utilizado el deporte para apoyar alguna causa justa políticamente hablando, ejemplo de ello podría ser Sócrates y su relación con el establecimiento democrático en Brasil; o los atletas norteamericanos de origen africano que en el pódium decidían hacer gestos en contra de las injusticias condiciones a las que se les trataban. Visto así, qué mejor dosel que un estadio a rebosar para que cale el mensaje. ¿Quién no lo haría si no tuviera la oportunidad?
Pero, lo que no parece razonable es la minúscula altura de miras de nuestro políticos, quienes en muchas ocasiones, prefieren retirar su atención a los problemas que ya tenemos como sociedad para caldear el ambiente del próximo clásico que enfrentarán al Barcelona con el Real Madrid. Conocida es la postura que mantiene el Barcelona sobre la situación social que se vive en Cataluña en los últimos años. Conocida es la estrecha relación que mantiene el Real Madrid y Florentino Pérez a ideas conservadoras. Pero, ¿Qué importan las ideas cuando empieza a rodar el balón?, hasta hora esa pregunta ni nos la planteábamos.
El deporte es patrimonio de todos, y por ende, debe estar salvaguardado de quienes piensen que sólo es patrimonio de una minoría. Es lo que sucede a día de hoy, y lo hemos comprobado en anteriores encuentro a través de las llamativas pancartas a favor de ciertas ideas. Existe un gran porcentaje de televidentes que esas pancartas no le son de recibo, prefieren abstraerse por lo que la táctica y la técnica decidan dentro del terreno de juego. En muchas ocasiones lo que se percibe de la política a través de los medios es lo que se expone en los campos de fútbol. Siguiendo la regla de tres, tal como hemos expuesto anteriormente, si la política no está a la altura de las circunstancias, lo mejor podemos hacer en ciertas ocasiones es abstenernos de expresar opiniones viscerales en el deporte. Esto genera odio entre iguales y favorece un eclipse de los valores del deporte mientras una clase elitista nos observa con admiración. Damos la bienvenida a un nuevo tipo de ultra, la política, quien se esconde en lo más profundo de nuestras opiniones cuando aumenta la tensión del enfrentamiento.
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